jueves, 26 de junio de 2014

Los ritmos de la naturaleza

Vivimos en una roca que flota en el espacio, rodeada de otros cuerpos celestes que se aproximan y se alejan modificando continuamente los valores relativos de la gravedad mutuamente, pero, tienen éstas fluctuaciones algún efecto sobre nuestras vidas?



Toda la vida conocida tiene una cosa en común: está formada en su mayoría por agua.
Ese agua está contenida por una serie de membranas y circula por un enjambre de conductos.
En esos conductos ocurre un fenómeno llamado capilaridad, que afecta al flujo del liquido a través del conducto, es el propio tubito el que "bombea" el agua  hacia arriba.



Podemos ver ejemplos en las paredes húmedas, en un terrón de azúcar sobre una mancha de café en las mechas de las velas.. etc.

Pero también de manera muy impresionante las sequoyas consiguen bombear por éste efecto miles de litros de agua al día hasta más de cien metros de altura, y en todo ser vivo incluidas las personas ocurre en nuestros vasos capilares una fluctuación en el flujo causada por la fluctuación gravitatoria.



Pero ¿como se manifiesta en nosotros este efecto, como nos afecta?

Las alteraciones en el flujo de la sangre comportan periodos de mayor rendimiento de nuestros cuerpos y eso condiciona los ciclos de la ovulación en la mujer, 


los ciclos reproductivos de las plantas y todo lo que tenga que ver con fluidos sobre el planeta.


La órbita de la luna sufre dos movimientos principales que afectan notablemente la gravedad sobre la tierra:


Uno produce la variación de luminosidad, las fases lunares, y el otro un ascenso y descenso en la altura en la que vemos su transito en el horizonte.
Ambos cosas afectan la gravedad bajo los lugares que atraviesa la órbita lunar y la distancia a la tierra, que al ser una órbita eliptica no siempre es la misma.


Eso en cuanto a la luna y la gravedad, pero también hay otra cosa que hace fluctuar la gravedad y la irradiación lumínica que condiciona la temperatura y la duración del dia: el sol.


y por tanto el rendimiento global de la fotosíntesis, la actividad metabólica de las plantas.

Así pues, vemos que estamos sumergidos en un mar de ondas de energía fluctuantes que condicionan nuestro metabolismo y saber acoplar nuestras actividades a la realidad cosmológica del momento puede ayudarnos enormemente a conseguir los mejores resultados.

Existen muchos  calendarios lunares  para ayudarnos a planificar nuestras actividades y conocer las necesidades lumínicas de cada planta (fotoperiodo), nos ayudará a elegir las variedades adecuadas a nuestra ubicación.


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