viernes, 21 de agosto de 2015

Walipinis o invernaderos subterráneos!



La producción de alimentos en zonas desérticas supone un enorme desafío que hasta ahora podíamos solventar con tecnologías que consumían enorme cantidad de combustibles fósiles para conseguir un microclima interno que posibilitase los cultivos; pero ante la evidencia del agotamiento de éstos recursos no renovables se nos presenta un reto evidente: conseguir esos microclimas de un modo mucho más natural.




Foto: interior de un invernadero semienterrado o "walipini" (lugar cálido en lengua Amayara)


Pero, ¿como podemos hacer tal cosa?

En arquitectura, hace tiempo que se conoce el " diseño solar pasivo", es decir, como atrapar el calor del sol en la masa térmica del edificio durante el día, para que lo suelte durante la noche mediante varias técnicas como la correcta orientación de la fachada, correcta ventilación cruzada... es todo un estudio del comportamiento termodinámico del edificio.



El problema de la energía solar es que la curva de radiación solar no se corresponde exactamente con la curva de nuestras necesidades domésticas ( como en el caso de la vivienda del gráfico); y en el caso del invernadero, las plantas necesitan también disponer de calor por la noche sobretodo en climas muy fríos donde se detendría el crecimiento o incluso morirían por congelación.

Para resolver éste desfase disponibilidad- necesidad, el modo habitual de almacenar la energía calorífica suele ser en depósitos de material masivo, es decir grandes masas, sean de agua o de algún sólido como piedras o tierra cruda comprimida (tapial o adobe).

En el caso concreto de los walipinis, excavaremos un agujero en el suelo de un metro aproximadamente para luego depositar la capa de tierra superficial que habremos de reservar previamente, y de éste modo aprovechamos la enorme capacidad de acumulación de calor de la tierra, ese efecto "volante de inercia térmico" del suelo.


En éste diseño concreto se añaden otros dos trucos interesantes:

- Un foso corrido por donde accedemos al manejo del invernadero hace de sumidero o almacén del aire que se va enfriando por la noche, y además, éste espacio puede aprovecharse para criar conejos que nos proporcionarán estiércol para fertilizar los cultivos y también Co2 que sobreactivará el crecimiento de las plantas!



Pero aún no se terminan los trucos... hay diseñadores que integran varias funciones en un mismo diseño e incorporan a los invernaderos otras estancias como secaderos de verduras para obtener un modo de conservación eficiente justo al lado de donde se necesita!


Foto: "thermal banking greenhouse" diseño de Steven Schwen de organic farm Lake citi Minessota.




Aquí va otro proyecto interesante: "Valhalla´s earthship greenhouse", la combinación de invernadero y vivienda!

Como vemos, actualmente hay muchas personas trabajando en temas de sostenibilidad, creando sistemas que además de prácticos, porque resuelven temas de alimentación y vivienda... son bellos!

Alguien debería incorporar en las televisiones y la prensa todas éstas noticias que nos aportan esperanza frente a este mundo decadente del petróleo y sus tremendas consecuencias, que nos da a entrever otro mundo emergente, mas respetuoso con la naturaleza, menos dependiente de los intereses económicos de unos pocos en detrimento de la mayoría...



Eficiencia y belleza de la mano...  ese es el futuro que queremos!