domingo, 15 de junio de 2014

La compostación para huertos familiares

La rutina diaria del hortelano ecológico tiene múltiples tareas, pero siempre hay una que permanece a lo largo de las estaciones: la recogida de todo material orgánico en el área de compostaje.

Hay muchos métodos de compostaje, unos más adaptados a espacios pequeños, otros a grandes volúmenes,otros a diferentes materiales... elegiremos el que más nos convenga según nuestra necesidad particular.
Nosotros hemos elegido un método para tamaños medianos puesto que en pequeñas cantidades hemos tenido muchos problemas de enfriamiento y desecación y al final el resultado es decepcionante; además para esos pequeños volúmenes hay mucha información en la red, y también para hacerlo a gran escala, falta por tanto la información para ese volumen intermedio para el cual nosotros hemos encontrado una forma que funciona.
Hemos llegado a la conclusión de que es mejor reunir varios metros cúbicos de cada material y hacerlo con unas dimensiones que permitan una estabilidad necesaria de temperatura y humedad; así con sólo dos volteos al año conseguimos un resultado excelente y con un mínimo de intervención.

¿que tipo de materiales podemos compostar?

En general los que estén disponibles en la propia finca y los de muy fácil acceso, estiércoles de gallina, de caballo, ramas trituradas... lo importante en realidad es el balance, la relación carbono nitrógeno del conjunto: entre 25 y 35 partes de carbono por una de nitrógeno, que es la media que necesita el metabolismo de los seres vivos que se encargarán del proceso.





Primero de todo hay que escoger bien el lugar: en climas fríos y secos, tenemos el problema de que el montón se nos enfriará y se resecará y se detendrá la actividad microbiana, por lo tanto,elegiremos un lugar sombreado,protegido del viento y con una toma de agua cerca para humedecer el montón, y en climas cálidos y muy lluviosos tendremos el problema contrario, por tanto protegeremos el montón de las lluvias y vigilaremos constantemente la temperatura para voltear y enfriar si es necesario.

En ambos casos es recomendable un lugar amplio y de buen acceso a vehículos para facilitar la descarga y cercano al huerto.

Un día al año, cuando ya tienes suficiente material acumulado, toca armar la pila de compostación.
Primero pones una capa de material leñoso cortado un poco basto para que haga de base de aireación y drenaje, si no pudiese entrar el aire con facilidad por debajo, se producirá la putrefacción ( proceso anaerobio ) en lugar de la compostación, y además de producir malos olores, el resultado será un material de dudosa calidad.

Después pondremos una capa del material que dispongamos más seco y de difícil compostación, pues es la zona que recibirá los liquidos lixiviados y el calor y por tanto la mas propicia para ello.
Luego alternaremos capas de material verde ( alto contenido en nitrógeno), con capas de material amarillo,(alto contenido en carbono), osea paja o material seco, añadiendo unas paladas de compost maduro o tierra buena del huerto de vez en cuando para inocular al montón los fermentos necesarios- cepas bacterianas y microorganismos-; así como unas paladas de arcilla en polvo para facilitar la formación del complejo arcillo-húmico, que es la estructura del suelo en la que se reúnen los distintos componentes del mismo y que favorece la máxima fertilidad del mismo gracias a su gran porosidad y a la estabilidad del mismo,(no se lixivia fácilmente, no se lava el suelo con las lluvias y sin embargo está disponible para las raices de las plantas).

Humedeceremos cada capa de material con la manguera si es necesario.



Por motivos prácticos y para favorecer la respiración del montón, las dimensiones no deben exceder de 160cm de base x 150cm de altura por la longitud que queramos.
Al final del proceso taparemos el montón con una lona que transpire para protegerlo de los rayos del sol y del viento que lo desecaría en exceso.

El mayor esfuerzo físico es el volteo, que cumple varias funciones muy necesarias:

 1º- Inspeccionar el estado del mismo: si está seco no se iniciará el proceso, si está muy húmedo habrá que añadir materiales secos( paja, ramas secas, etc) para que no se pudra.

2º- Oxigenar abundantemente el interior: muchos materiales (césped, restos de cocina,) se suelen apelmazar e impiden la aireación, con lo cual se pudren.

3º- Humedecer si es necesario: cuando todo el interior está seco, aunque se riegue mucho desde encima, el agua no suele llegar al centro,por tanto la única forma de humedecer correctamente es por pequeñas capas durante el armado inicial del montón o al airear y rehacerlo por capas.

4º- Mezclar homogéneamente todos los materiales: al voltear el montón tenemos la oportunidad de poner dentro las capas que quedaron fuera y que al resecarse y enfriarse no se suelen compostar,(cumplen la función de "piel protectora" o abrigo).

La experiencia nos ha demostrado la necesidad de voltear varias veces todo el montón, a pesar que que hay autores que aseguran que con sus métodos no hay necesidad de hacerlo.
Un accesorio muy útil es un termómetro de sonda, el "pincho" para comprobar la evolución del proceso, que tiene una curva característica con la que podemos saber si las cosas van bien:





En éste gráfico también tenemos la evolución del ph, otro indicador del estado evolutivo del proceso.
Si hemos hecho las cosas bien, al año siguiente dispndremos de un fertilizante inmejorable para nuestra huerta, pero como debemos aplicarlo?
Un material lleno de vida como es un compost maduro, nunca debe dejarse al sol en la superficie, pues los rayos del sol lo secan y lo esterilizan con sus rayos uva y habremos tirado por la borda todo el trabajo.
lo recomendable es aplicarlo en tiempo húmedo e incorporarlo muy superficialmente a la tierra con un rastrillo además de protegerlo del sol con un acolchado.
Podemos añadir una palada en el momento de la plantación, pero solo si está bien maduro( un año); de lo contrario puede dañar las raíces; ante la duda aplicarlo en superficie y regar.


Lo que hemos hecho hoy ha sido cambiar un poco la receta que solíamos hacer años atrás, pues veníamos haciendo varios remolques de hojas de chopo y éste año las quemaron, con lo cual decidimos buscar una alternativa y como disponíamos de gran cantidad de ortigas, lo hemos hecho con ellas, alternando capas de heno viejo de esparceta,(una leguminosa) con las ortigas, luego un poco de ramas trituradas que le dan más duración al producto dentro de la tierra y mejor textura de aireación al montón; y añadiendo paladas del compost maduro del año pasado y algo de tierra arcillosa.

Realmente, las hojas de los árboles son el producto más ideal para la compostación desde el punto de vista del balance Carbono/ Nitrógeno: la naturaleza las diseñó justo para eso, para ser descompuestas en el suelo,
pero ocurre que antes de tirarlas, el árbol retira de ellas las substancias más valiosas: la clorofila y los azúcares, por lo tanto, cuando las recoges resecas suele costar bastante descomponerlas bien y el producto final no es tan rico como podríamos pensar, así que hemos de buscar otra fuente de nitrógeno para compensar esa carencia, por ejemplo con estiércol de camas de ganado ecológico.
Ésto último no es algo de poca importancia, pues la ganadería industrial utiliza antibióticos masivamente e incorporar sus deyecciones puede destruir gran parte de los microorganismos descomponedores.

El hecho de segar plantas lozanas antes de la floración permite obtener el máximo de riqueza de las mismas, y el el caso de plantas de raíces profundas como ortigas, esparceta, consuelda, etc nos permite recuperar unos nutrientes que se nos han escapado a capas profundas donde las raíces superficiales de nuestras hortalizas habituales no llegan.



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