jueves, 21 de agosto de 2014

La energía sagrada de la vida

¿Eres consciente de qué es lo que materializas en cada minuto de tu vida?

¿De tus manos sale belleza y armonía o fabricas munición para la guerra en un polígono industrial?

¿Hay coherencia entre tus aspiraciones para con el mundo o alimentas sencillamente aquello que odias?

A menudo descubrimos que trabajamos en aquello en lo que "podemos", en lo único que encontramos, que sentimos que no tenemos elección, que ni siquiera podemos permitirnos pensar en éstas tonterías, que cuando hay que pagar la hipoteca y las letras del coche uno no debe pensar en ello...




Como me dijo un padre de familia en Latinoamérica al preguntar por la escolarización de los niños:

   " La filosofía es para cuando no hay hambre", lo primero es lo primero...

 Y claro, así va el mundo, las personas más inteligentes trabajan para las compañías que más pagan, y éstas hacen lo más rentable: especular sin escrúpulos.

Hace poco pregunté a la persona más inteligente que conozco si era feliz con lo que hacía y me dijo que no, que realmente su trabajo consistía en hundir empresas para adquirirlas a precio de ganga...




¿Que ocurriría si estas personas despertasen y además de ser inteligentes fuesen coherentes con sus principios, trabajasen por un mundo mas justo, por ese mundo que desean para sus propios hijos?

¿Porque no lo están haciendo ya?

No es lo mismo ser inteligente que ser sabio, que saber utilizar correctamente tus recursos, la mayoría tenemos mucha inteligencia y mucha información, pero la utilizamos generalmente en nuestra contra.

Cuando ese padre de familia saque a sus hijos al mundo que ha creado solo tiene dos opciones:

1º- Alentarle a hacer lo mismo que él hizo, decirle que el mundo es una selva donde comes o te comen..

2º- Reconocer que toda su vida se había estado equivocando cuando enseñaba a sus hijos unos valores  de solidaridad y educación que solo podían regir dentro de su propia familia y que el resto del planeta solo está para ser expoliado en su beneficio...  y eso exige mucho valor, humildad y sabiduría.

A lo largo de la vida  encontrarás  personas bienintencionadas que poseen la intención pero no poseen los medios; y a personas que poseen todos los medios y no tienen ninguna intención de hacer nada por cambiar...

Esa es la triste realidad, en el movimiento de las ecoaldeas, el activismo social, etc, están todas las herramientas para cambiar la sociedad y casi ningún recurso, y por contra el 80% de todos los recursos del planeta está en manos del 20% de la población mundial.

Es evidente que para que las cosas cambien hacia un modelo que esté al servicio de las personas y no como ahora que las personas están al servicio del modelo; ambas partes tienen que hacer un esfuerzo evolutivo.

Las personas sensibilizadas han de esforzarse por recobrar su poder, y las personas poderosas han de esforzarse por sensibilizarse y aprender que es lo que deben hacer con su poder.

Es evidente que para que exista este modelo han de existir opresores y oprimidos, perdedores y ganadores, y que en el nuevo modelo solo debería haber ganadores, incluyendo a animales y plantas y todo lo que existe.

Algunos pueden calificar de utópico todo este planteamiento, pero ¿no es mas utópico creer que la economía y la extracción de recursos puede crecer exponencialmente en un planeta finito?

Si hay algo irrealizable es precisamente eso, el modelo actual basado en unas premisas imposibles.

Los expertos ya advierten que la civilización industrial del " homo petroliferus", tiene fecha de caducidad, que va ha ser la mas corta de la historia de la humanidad, todo se reduce a agotar los recursos en 300 años...





Y después tendremos que esperar otros millones de años a que se vuelva a formar otra ver el petróleo...





Bueno, pues si así lo decidimos entre todos... pues ... ala, nos vemos dentro de otros 110.000 años!




Mientras, las personas activas y conscientes como los habitantes de Todmorden nos esperan trabajando juntas por un futuro de abundancia y alegria!


Incredible edible y proyectos similares proponen que todo espacio disponible sea cultivado por voluntarios y que la comida sea libre y gratuita.

Infórmate sobre ciudades en transición, decrecimiento...



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