domingo, 1 de febrero de 2015

Autoconstrucción exterior - autoconstrucción interior


Construirse uno mismo su propia casa está de moda: unos porque no pueden pagar a los especialistas, y otros porque desean participar intensamente en el proceso de crear esa segunda piel que los albergará gran parte de sus vidas.





Si nos aferramos sólo al resultado ( quiero una casa perfecta, ), entonces la mayoría preferiremos encargarlo todo a especialistas que decidan todos los detalles técnicos, y nosotros ya nos encargaremos de amueblarla...

Sin embargo, si lo que nos importa es realmente vivir intensamente el proceso, aprender de verdad, aprender a tomar decisiones importantes, vivir siendo el protagonista de nuestra vida y no como un mero observador pasivo, entonces el miedo al fracaso pasa a ser algo anecdótico y perfectamente asumible.

Éstos dos tipos de actitudes ante la vida tienen un reflejo también en nuestro mundo interior: quien no deja que los demás hagan su trabajo por él, quien se AUTOCONSTRUYE su propia casa física, se está autoconstruyendo simultáneamente por dentro, está evolucionando, madurando como individuo.

En algunas culturas, al llegar a cierta edad, los chicos aprenden a construir si propia casa y a obtener sus propios alimentos. Éstas personas adquieren así una cualidad llamada " RESILIENCIA", esa capacidad de sobreponerse a las dificultades de la vida y evolucionar con ellas de forma constructiva.




Ésta cualidad no parece valorarse mucho mientras vivimos situaciones de abundancia, periodos en los que la especialización se ha impuesto, en los que el sistema se ha llenado de normas y sanciones que parecen proscribir éstas actitudes del " háztelo tu mismo".

Pero como no siempre vamos a vivir en el periodo de las " vacas gordas"; como siempre nos toca vivir el retorno de los tiempos del " búscate la vida", entonces hasta las grandes compañías toman nota y el estilo de vida "IKEA" comienza a salir a la luz.

La autoconstrucción vuelve a estar de moda y viene desde los países más ricos como Suecia donde regresa desde un enfoque del diseño de fácil montaje de piezas prefabricadas; pero también se impone una mirada a las técnicas ancestrales como el adobe o el tapial, las balas de paja, el cob, etc..

Es ahora en los ciclos de crisis económica, cuando se ponen a prueba los modelos de enseñanza, su conveniencia y su eficacia:

Jairo Restrepo Rivera y otros colegas ingenieros agrónomos trabajando en la selva, están experimentando en la elaboración de plantines para reforestación haciendo lo contrario a lo que hacemos cuando prima el enfoque comercial ( conseguir planta lozana, exuberante y en tiempo récord para el mercado).




El cultiva los plantines en tierra muy pobre, puesto que la semilla contiene suficientes nutrientes para su primer estadio de vida; entonces, cuando la planta se lleva a su lugar definitivo, las raíces están muy estimuladas a salir del contenedor de cultivo hacia la nueva tierra mas rica, y por tanto el arraigo de la nueva planta se ve enormemente facilitado.

¿Será tan inteligente lo que hacemos con nuestros hijos?

Al igual que en las empresas con gran interés económico en producir planta solo de buen aspecto, mantenemos a los niños en un estado de mínimo esfuerzo, de sobreprotección, un mundo de Papá Noeles, y Walt Disneys, alejados de la realidad del mundo y solo cuando salen del nido y de golpe los enfrentamos a esa dura realidad: el jefe no es papá Noel y la empresa no es el mundo de walt Disney...



No es un poco surrealista pretender una buena adaptación de un modo tan brusco?

Fomentamos individuos resilientes y capaces, o débiles y dependientes?





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