jueves, 17 de julio de 2014

Una mirada al futuro

Vale, ya has vivido bastantes desatinos del sistema en tu vida, ya te has hartado de pagar los " diezmos" al estado para que lo malgaste en armamento militar, lo desvíe a cuentas particulares en paraísos fiscales, que dilapide nuestros ahorros en trenes de alta velocidad en los que no puedes ni pagar el billete, en obras públicas sin sentido que destruyen ecosistemas enteros... y ahora que?




Si sientes que ya no puedes colaborar más con toda ésta locura, ya has hecho la mitad del camino, pero aún te falta la otra mitad, y es la más importante : visualizar la otra forma que tendrá ese mundo nuevo, más justo y mas acorde a la realidad del planeta y a la tuya propia, un sistema que esté para servir a las personas y no al revés.
Hoy tenemos que hablar de la importancia de visualizar esa otra forma de ver las cosas, de tener absolutamente claro que otro mundo mejor es posible, y no solo eso, si no que éste modelo que tenemos ahora si que NO ES POSIBLE por mucho tiempo más.

Ya hemos hablado en otras ocasiones de que el modelo actual está basado en unas premisas imposibles de mantener en un planeta finito: un crecimiento exponencial de la economía y la población; no vamos a abundar en ello, hoy es tiempo de visualizar ese viaje en el que estamos embarcados toda la humanidad.





Ese gran viaje consiste en transformar el estado actual de las cosas, un modo de vida basado en el endeudamiento exponencial de la población, en la extracción exponencial de recursos naturales, y sobre todo en el consumo exponencial de energía, fundamentalmente de petróleo, hacia otro estado basado en patrones diametralmente opuestos, es decir, de un sistema degenerativo de la biosfera, a un sistema regenerativo de la biosfera; pondremos el ejemplo sobre la edificación:




Actualmente vivimos en casas tal mal diseñadas, que no han tenido en cuenta los flujos de energía, y para compensar esos errores hemos desarrollado toda una gama de artilugios devoradores de energía que corrigen esas deficiencias con un enorme impacto medioambiental.

El ejemplo más claro lo tenemos en los edificios de oficinas con muros de cristal para que sean más llamativos y muchas veces con la fachada  orientada hacia la calle principal sin importar si es una zona fría en invierno o calurosa en verano, hasta ahora no importaba nada, si hacia frío en invierno se encendía la calefacción, y si hacia calor en verano se ponía el aire acondicionado... si vivías en un décimo piso tampoco te importaba nada, porque el ascensor hacia el trabajo de tus piernas por ti, o el grupo de presión eléctrico bombeaba el agua hasta allí arriba sin descanso día y noche....



Esclavos energéticos necesarios para satisfacer la demanda de energía de un " homo tecnologicus" : de 7 a 24


Toda eso enorme cantidad de energía que asiste actualmente a la humanidad día y noche en los países desarrollados del norte, equivale al esfuerzo físico de unas 20 personas por cada ciudadano, osea, 20 esclavos energéticos trabajando día y noche para nosotros.

Todavía hay personas que creen que esta situación se puede mantener por algún tiempo más, pero a costa de perforar todo el subsuelo para extraer hasta la última gota de petróleo o gas natural ( Fracking) o perforar en las islas canarias, contaminar medio Canadá con las arenas bituminosas...




La otra opción es la vía de la consciencia:  aplicar los conocimientos adecuados a los diseños humanos de modo que reduzcamos al mínimo el consumo de energía y que así mismo esta energía proceda de fuentes limpias y renovables.

En el ejemplo de la edificación tenemos lo que se llama el " diseño solar pasivo", toda una serie de medidas que evitan que se escape el calor en invierno, o que entre en exceso en verano, que favorece la ventilación natural, aprovecha sombreos con plantas vivas...




y ampliando el concepto surge la llamada bioconstrucción, en la que además de todo lo anterior diseñamos con la idea " de la cuna a la cuna" es decir, que contemplamos el ciclo completo desde la construcción inicial hasta la demolición y el reciclaje de sus materiales hasta volver a hacer otra vez una casa con ellos.





El ejemplo más claro está en la construcción con tierra cruda, ya sea con la técnica del tapial o la del adobe o el cob, éstos materiales son muy resistentes mientras los habitantes cuidan la casa, y son totalmente biodegradables sin ninguna intervención humana cuando la casa deja de ser útil; el ecosistema la "digiere" sin ningún problema.

Ese mismo concepto debería aplicarse a todo lo que el ser humano fabrique, de lo contrario las generaciones futuras tendrán basura de sus ancestros por los siglos de los siglos.





Foto: isla de basura en el mar. se le denomina " sopa de basura" y llega a tener un área de hasta 1,5 millones de km2, osea, ocupa el 8,1% del océano Pacífico.

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