lunes, 27 de octubre de 2014

Voluntariado mediambiental y el nendo-dango

Es en ocasiones de ciertas desgracias cuando tenemos la oportunidad de comprobar el lado solidario del ser humano, como en el caso del naufragio del Prestige en las costas de Galicia o en el descarrilamiento del tren Alvia también en Galicia... parece que los humanos necesitamos tener una oportunidad para aflorar nuestro mejor lado, ese héroe mítico, ese arquetipo que todos llevamos dentro y que en ésta sociedad alienante no se permite dejar salir( para rescatar a otros ya están los bomberos o los policias, los médicos...); todo parece estar ya previsto, parece que la sociedad ya no cuenta con nosotros para éstas cosas...




Pero esa pulsión interior cada vez resulta más difícil de contener y ahora están surgiendo como las setas en otoño, movimientos sociales que gracias a la tecnología de la información se organizan en eventos de voluntariado, grupos o comunidades intencionales para colaborar en temas interés común, cooperación internacional, medioambiente, etc.

En ésta ocasión hablaremos de ese fenómeno llamado " nendo-dango" ( bolitas de arcilla en japonés), un curioso sistema para reforestar zonas desarboladas a base de distribuir semillas diversas envueltas en bolas de arcilla mientras paseamos por el campo en una excursión familiar o buscando setas, o con cualquier excusa.




Durante algunos años tuve la oportunidad de practicarlo con grupos de escolares del programa oficial "aulas de la naturaleza" del ministerio de educación, y hoy haciendo repaso por las zonas he podido comprobar los resultados tan pobres obtenidos y con motivo de incrementar la eficiencia de éstas técnicas de reforestación, me dispongo a compartir algunas reflexiones.

Cuando una persona arroja semillas por el campo, puede tener una clara intención de que esas semillas germinen y se conviertan en árboles... pero para un ratón, simplemente estamos regalándole comida grátis y fácil de conseguir, o si con suerte algunas llegan a brotar, cualquier herbívoro agradecerá unos brotes frescos...

Al final son tantos los problemas a los que esa semilla se va a enfrentar, que el número de fracasos ( incluidas las reforestaciones oficiales), es enorme.




Para incrementar las posibilidades tenemos que conocer al menos un mínimo de datos acerca de la zona de la actuación: pastoreos, pluviosidad, animales locales herbívoros , estado actual de la sucesión vegetal, tipo de tierra, acidez, etc.

Como mínimo hemos de observar atentamente las especies que pueblan actualmente la zona y resembrar principalmente plantas leguminosas locales ( fijan nitrógeno atmosférico) que ayuden en esa labor fundamental de crear suelo fértil aportando materia orgánica ( hojas, plantas muertas, raices..) , junto con algún otro arbusto resistente y quizá algún árbol tipo acacia (también leguminosa).

Muchos estudios sobre regeneración de bosque mediterráneo están llegando a la conclusión de que cuando hay mucha población de herbívoros, la protección de arbustos espinosos para las nuevas plántulas es clave en su supervivencia, a condición de que el arbusto se desarrolle más lentamente que el nuevo árbol, porque de lo contrario, la competencia por los recursos ( humedad, luz solar, nutrientes), acabará con el nuevo árbol.




No se puede generalizar ninguna combinación exitosa, debido a que las condiciones locales varían enormemente, incluso de año en año en una misma zona debido a las variaciones de pluviosidad, insolación, etc, con lo cual una observación meticulosa de la zona de actuación es ineludible.

La técnica de envolver las semillas en arcilla denominada " Nendo- dango" consiste en dotar a la semilla de protección frente a los roedores y pájaros (cubierta dura e insípida), de fertilizarla mediante el aporte de compost maduro, de cambiarle el olor a comida mediante infusiones de adelfas u otras plantas, especias como la pimienta o la guindilla; e incluso en la incorporación de hongos simbiontes que la especie sembrada tiene en estado natural( podemos recoger sus setas el mismo dia que recogimos las semillas, al pié de esos mismos árboles!).





Si además conocemos bien el estado de regresión de la sucesión vegetal natural de la zona, sabremos que especies son más adecuadas y armonizan más, de hecho podríamos introducir algunas que aportasen mas problemas, como ocurrió en Australia con los conejos y otros animales que no tenían predador allí.

Personalmente prefiero especies melíferas (acacia, retama, genista, tomillo, brezo, saúco, escaramujo...) y otras de gran producción de bayas que alimenten gran población de animales dispersantes naturales de semillas, porque podemos inducir una especie de reacción en cadena que funcione automáticamente ( sin intervención humana).

Como veis, la cosa no es tan simple como arrojar unas semillas al suelo y ya está... porque en realidad cuando vemos un árbol estamos contemplando una comunidad entera de seres vivos, y eso es lo que deberíamos sembrar...    TODA LA COMUNIDAD!!!







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